lunes, 14 de diciembre de 2009

LA CORRUPCION

Corrupción

En términos generales, la corrupción política es el mal uso público (gubernamental) del poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia. Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o transparencia de un Estado.
Todos los tipos de
gobierno son susceptibles a la corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, el pucherazo, el patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo y la impunidad. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el tráfico de drogas, el lavado de dinero y la prostitución ilegal; aunque no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes.
El concepto de corrupción difiere dependiendo del país o la jurisdicción. Lo cierto es que algunas prácticas políticas pueden ser legales en un lugar e ilegales en otros. En algunos países, la
policía y los fiscales deben mantener la discreción sobre a quien arrestan y acusan, y la línea entre discreción y corrupción puede ser difícil de dibujar. En países con fuertes intereses de grupos políticos, las prácticas de corrupción se dan con más facilidad.
La corrupción política es una realidad mundial; su nivel de tolerancia o de combate evidencia la madurez política de cada país. Por esta misma razón existen entidades nacionales e internacionales, oficiales y privadas, con la misión de supervisar el nivel de corrupción administrativa internacional. La corrupción, contrariamente a lo que podría pensarse inicialmente, no es sólo responsabilidad del sector oficial, del Estado o del Gobierno de turno, sino que incluye muy especialmente al sector privado. En muchos países, como en los de
Latinoamérica, dicho sector tiene una gran influencia estatal y por lo tanto el nivel de corrupción presente en esos países tiene mucho que ver con la manera en la que se comporta el sector privado en conjunto con los sistemas políticos.
La corrupción plantea un serio desafío de cambio. La corrupción en
elecciones y en los cuerpos legislativos aumenta la falta de credibilidad y distorsiona la capacidad de creación de nuevas normas; la corrupción en el poder judicial compromete al estado de derecho, y la corrupción en la administración pública da como resultado la disposición injusta de servicios.
Niveles de corrupción y transparencia
Uno de los organismos internacionales que monitoriza el nivel de corrupción y transparencia en 180 estados del mundo es
Transparencia Internacional, con sede en Berlín, que presenta un informe anual de todos los países y les da una puntuación de 1,0 a 10. De acuerdo con el informe de 2008,[1] los países con el más alto nivel de transparencia del mundo y que ocupaban el primer puesto con una puntuación de 9,3 eran Dinamarca, Nueva Zelanda y Suecia. Por otro lado, los estados con el nivel de transparencia política más bajo del mundo y que ocupaban los puestos 178 a 180 eran Iraq, Birmania (ambos con 1,3 de calificación) y Somalia, con 1,0.
Posiciones en el mundo hispano
La siguiente es la tabla de posiciones de acuerdo al nivel de transparencia y corrupción publicado por Transparencia Internacional para el 2008 en los países de habla hispana:
[1]
1. Chile (6,9) (23º del mundo)
1.
Uruguay (6,9) (23º del mundo)
3.
España (6,5) (28º del mundo)
4.
Costa Rica (5,1) (47º del mundo)
5.
Cuba (4,3) (65º del mundo)